domingo, 1 de mayo de 2011

Aída María Bengochea escribió...

Ejercicio No. 2 - El párrafo


El vientoytierra se anunciaba en días de verano en que la calma solía ser más que chicha; sin embargo, siempre nos tomaba desprevenidas. Esa tarde, como de costumbre después de una siesta a medias, mi hermana y yo salimos a la vereda, acompañadas por la abuela. La vimos acomodar su sillón de mimbre para iniciar la escena eternamente ensayada de respetable señora. Nosotras, entretanto, comenzamos a rastrillar la cuadra a triciclo, mientras repartíamos “adioses” entre vecinos que respondían estoicos a la excesiva muestra de educación. Sólo detuvimos pedaleo y habla cuando el regador pasó entregando a cuentagotas olor a tierra mojada, y nos dispusimos a saltar el chorrillo como si de un río se tratase.

Debimos haber advertido, esa tarde, que el aguatero a motor no había conseguido refrescar ni un poco el pequeño mundo de nuestra cuadra. De tanto jugar bajito, tampoco percibimos que la noche se iba cerrando anticipadamente, con un calor de trópico. Y, por si fuera poco, con nuestros saludos a repetición, tapamos el ulular de fantasmas que se acercaba por lo alto.

Un segundo más y el viento desarmó sin conmiseración el cuadro previsible y siempre repetido de la vida cotidiana. Al primer ademán de la abuela por auxiliar a mi hermana, le voló el sillón y lo depositó en la esquina, envuelto en un remolino oscuro de partículas en desorden. A mí, me dejó bajo el triciclo, casi a resguardo de él mismo, como si supiera de mi terror atávico a las tormentas. Las puertas de las casas cumplieron, casi al unísono, su cometido de cerrarle el paso. Se quedó afuera sibilante, revoloteando, rasguñándonos la piel. Fue un rato, nomás, pero como siempre, una vez más, el vientoytierra nos ganó de mano.


1 comentario:

  1. En lo personal el texto me gustó mucho; escribís y, sobre todo, transmitís bien; mientras lo iba leyendo formaba en mi mente imágenes de lo que relatabas.
    El tuyo es un relato coherente y de gran imaginación, destaco el sentido metafórico de la frase "tapamos el ulular de fantasmas que se acercaba por lo alto".
    En cuanto a vientoytierra hay un contenido mitológico-poético, ya que los dioses del viento y la tierra han causado un gran susto al resto de los mortales. Asimismo hombre y mujer, viento y tierra, razón y corazón, son algunas de las combinaciones más comunes que suelen emplearse en el lenguaje poético sobre la vida.
    Espero que estas humildes palabras te ayuden con tu escritura.

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