jueves, 5 de mayo de 2011

LA CASA DE PIEDRA

Recuerdo que pasaba a diario frente a la monumental casa de piedra. El caserón poseía un jardín, el cual empezaba en la calle, con sus troncos viejos, rugosos por el tiempo, sus grandes frondas y sus verdes oscuros. Las veredas de césped cerraban una "U" alrededor de la manzana que ocupaba la propiedad, como un tapizado muy prolijo con perfume a pasto recién cortado. La mansión se distinguía por un rock-garden instalado en su frente. Allí se habían colocado, de manera armónica, varias piedras de las que habitualmente se encuentran en la zona costera, a las que daban vida varias especies tales como begonias de distintos colores, coníferas enanas, campánulas azules, clavelinas, verónicas y muchas otras.
Sin detenerme continué hacia el fondo y allí la tierra oscura estaba húmeda. Había sectores con malezas, pilas de maderas, botellas rotas y trastos desechables. Hacia el sector izquierdo se encontraba un lavadero con caños oxidados y una vereda desnivelada. En el sector derecho un vehículo en desuso formaba la base de una pila de chatarra.
Volví al frente y descubrí a una joven recostada en un sillón al borde de una pileta, estaba inmóvil y tenía los ojos cerrados. Abrí la puerta cancel y en pocos pasos llegué hasta donde estaba. Se sorprendió y me sonrió. Aquello fue el comienzo. Le siguieron quince días en que la ví a diario, en el mismo jardín. En nuestros encuentros hablábamos de flores y pájaros, y nos contábamos cosas, o simplemente nos quedábamos callados.
JUAN CARLOS CASTELLANI

2 comentarios:

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  2. Juan Carlos, de todos los párrafos el que más me gusta es el que transcribo, que lo cortaría en "sonríó".

    "Volví al frente y descubrí a una joven recostada en un sillón al borde de una pileta: estaba inmóvil y tenía los ojos cerrados. Abrí la puerta cancel y en pocos pasos llegué hasta donde estaba. Se sorprendió y me sonrió."

    La descripción del "rock-garden", en cambio, me parece que no tiene mucha utilidad para lo que vas a contar a continuación. Y queda un poco contradictorio con el abandono que describís después, ¿no?

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